Las pocas imágenes de referencia junto con la complejidad y variedad de acciones que realizan los dedos son las principales causas por las que herramientas como Dall-E y Midjourney todavía no aprendieron a dibujar una de las partes más complejas del cuerpo.
Desde retratos de famosos reinterpretados en situaciones delirantes, hasta paisajes hiperrealistas, las capacidades de la inteligencia artificial generativa de imágenes no para de mejorar y sorprender. Las creaciones artísticas de herramientas como Dall-E y Midjourney maravillan por su realismo y detalle. Sin embargo, todavía hay algo que le resulta difícil: dibujar manos.
¿Por qué el arte de IA no puede generar de manera correcta esa parte del cuerpo humano? No importa qué modelo o software usás, si le pedís que imagine a una persona sosteniendo una manzana, sus manos se verán extrañas.
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Aunque ha mejorado a pasos agigantados en los últimos meses, el arte generado con inteligencia artificial todavía tiene dificultades para representar con precisión ciertos aspectos del mundo, entre ellos, algo tan simple y a la vez complicado, como los dedos de las manos humanas.
¿Por qué es tan difícil para la IA dibujar manos que se vean naturales?
Para entender las razones por las que le es difícil a la inteligencia artificial crear manos humanas que se vean reales, hay que considerar cómo estas herramientas generativas aprenden.
A diferencia de los humanos, que tomamos conocimiento del mundo a través de la experiencia directa y la observación, los motores de IA se limitan a procesar la información que se les proporciona, que existe en su base de datos o que analiza de Internet.
En lugar de aprender a través de vivencias, pruebas, ensayos y errores, la IA simplemente recurre a grandes cantidades de imágenes y datos. Esto significa que, para que la IA aprenda a dibujar manos, se necesita un gran conjunto de fotos e imágenes de manos.
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Y aquí radica el primer problema: la base es relativamente escasa en comparación con otros conjuntos de datos más populares, como las caras, por ejemplo.
Por si fuera poco, las manos son una de las partes más complicadas del cuerpo humano, incluso para dibujar. Los patrones de movimiento y flexión pueden variar ampliamente de una persona a otra y las posibilidades y combinaciones son casi infinitas.
El segundo inconveniente se debe a que la IA tiene dificultades para comprender completamente cómo y para qué funcionan las manos y cómo deben representarse con precisión ante cada situación. Las manos actúan, y sirven para muchas cosas: golpear, sostener, agarrar, pellizcar, empujar, señalar y miles de tareas más. Cada una de estas acciones tiene su movimiento y posición única, lo que agrega un nivel de complejidad más a la hora de dibujarlas.
Por último, el margen de error del resultado es muy bajo en la creación de manos. Cualquier pequeño error en la posición de los dedos o en la forma de la mano puede hacer que la imagen resultante parezca extraña o incluso espeluznante. Si la imagen generada por estas herramientas no tiene presenta la posición correcta de los dedos al sostener un objeto, la mano resultante puede parecer deformada o fuera de lugar.
A pesar de estas dificultades, la IA ha hecho grandes avances en el campo del arte generativo, y ha sido capaz de crear representaciones visualmente impresionantes de una amplia variedad de objetos y temas. Si bien aún queda trabajo por hacer para mejorar la precisión de la representación de manos, seguirá evolucionando y mejorando.