Lucila se puso muy mal luego de que se novio la quisiera ayudar a que su clásico look quedara más prolijo.
Nacho hizo algo en el pelo de Lucila que provocó tensión en la pareja. (Foto: captura de Telefe)
Desde hace meses que quienes compiten dentro de Gran Hermano (Telefe) mantienen un aspecto similar. Las reglas del juego son claras: no pueden cambiar radicalmente su fisonomía mientras estén en el juego, pero sí mantener sus looks.
Esta semana La Tora hizo eso, ayudada por Nacho, pero algo salió mal. Como siempre, todo lo que pasa dentro de la casa se potencia al máximo y la situación que se generó fue casi dramática.
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Qué hizo Nacho para que La Tora llorara desconsoladamente
Lucila tuvo un llanto desesperado y tuvo que ser consolada por las demás chicas, luego de que su pareja dentro de la casa le rapara el costado un poco más de lo habitual.
La situación se dio luego de que Nacho ayudara a Lucila con su estilo. La Tora usa un corte de pelo en el que deja rapado su lado izquierdo, para que se le vea un tatuaje que tiene a la altura de su oreja.
Pero, al parecer, uno de los más carismáticos de la casa tuvo un pifie importante: cortó mucho más de lo que tendría que haber rapado. Esto generó la reacción de La Tora que, al verse, entró en una angustia imparable.
“Siento que le estoy sacando nada”, comentó Nacho, mientras con una maquinita de afeitar iba rapando el pelo de Lucila. “Le voy sacando, pero esta parte de acá arriba es como que…”, agregó, generando algo de ruido en su novia.
Cuando La Tora volvió a la habitación sintió algo diferente al verse al espejo. Por eso buscó que las chicas le dijeran cómo estaba su look. “¿Notan algo raro del rapado?”, preguntó. “Está más derecho de lo normal. Puede ser que te agarró un poquito más acá”, sugirió Camila, y señaló la parte de arriba.
Eso es justamente lo que veía Lucila. “Lo noto mucho más arriba que otras veces”, comentó la chica de Berazategui. “No lo quería subir más hasta ahí. Se le fue la mano. Me siento calva, boluda”, agregó. “Está más arriba. Te la mandaste”, aportó Julieta.
Cuando Lucila empezó a lagrimear, Camila y las demás le dijeron que no le quedaba mal. Nacho, tratando de contentarla, también le insistió lo mismo, pero todo fue en vano: la chica lloró igual.
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“¿Le corté mal?”, buscó saber Nacho al hablar con su papá. “No, pero no mantuviste la línea. En vez de hacerlo recto, subiste un poco más y por eso quedó así”, explicó. Luego, Lucila dejó tranquilo a su novio que estaba mal por la situación. “No fue tu culpa. El problema soy yo”, cerró.