Así lo informó Corina, la hermana de la víctima, quien viajó a identificar el cuerpo. La mujer se había extraviado hace más de 40 años en una travesía.
“Sí, es Patty”. Así confirmaron los cuatro hermanos de Marta Altamirano que el cadáver congelado encontrado en la provincia de San Juan pertenecía a ella, la andinista tucumana que estaba desaparecida desde 1981, a sus 20 años, cuando hizo una travesía en el Cerro Mercedario. El cuerpo fue hallado a fines de enero por otro grupo de expedicionarios y el sábado pasado se había podido rescatar del lugar del hallazgo.
Ahora los familiares informaron la novedad, tras una hora de reconocimiento en las instalaciones del Laboratorio y la Morgue Judicial, donde fue trasladado el cuerpo hallado por un grupo de personas el pasado martes 24 de enero. El mismo estaba adherido a un glaciar a 5.000 metros de altura.
Según trascendió, el mismo tenía restos de vestimenta de andinista. Es por eso que los expertos creyeron que se trataba de Altamirano y convocaron a su familia para que identificaran sus pertenencias.
El objetivo de la cita era que intentaran reconocer una bota y otros elementos que estaban en la zona, a la espera de los resultados de las pruebas de ADN.
La encargada de confirmar la noticia fue su hermana Corina, quien la había acompañado a la travesía en la cual la joven se extravió. En más 40 años, no había sido posible la búsqueda de sus restos, por distintos fenómenos del terreno y el clima. Su hermana había sido testigo de la caída fatal pero no pudo acceder al lugar donde cayó desde entonces.
“Por elementos muy puntuales, sí estamos seguros de que es la ropa de mi hermana. Sí es ella”, dijo en una conferencia de prensa citada por el medio local Huarpe.
Según agregó dicho diario, ante la pregunta de cómo se siente tras haber hallado sus restos, la mujer suspiró y aseguró que “todos sintieron una profunda paz”.
Aún se aguardan los resultados de ADN que -informó el fiscal general Eduardo Quatropanni, a cargo de la causa- demorarán siete días.
Fue él quien este jueves confirmó que ya había sido tomada la muestra sobre el papá de la joven, de 89 años, y se había podido obtener “un perfil de ADN completo” sobre el cadáver hallado.
No obstante, había remarcado que tenía la esperanza de que su hermana Corina la identificara antes de que estuvieran los resultados. Es que Patty había subido a la montaña de 6.700 metros de altura junto a ella y otro andinista, Sergio Bosini, y desde la fiscalía confiaban en que pudiera reconocer los objetos, como sucedió este viernes.
Qué pasó con Marta “Patty” Altamirano
María Emilia Altamirano, apodada “Patty”, tenía 20 años cuando comenzó la travesía junto a su hermana Corina y a su novio, Sergio Bossini. Los tres partieron el 23 de marzo de 1981 desde Barreal y pararon en el paraje Hornadillas, en le destacamento Álvarez Condarco de Gendarmería Nacional.
Al día siguiente, hicieron base al pie de un glaciar de 4.300 metros de altura, según detalla el informe que elaboró entonces el Club Andino de Tucumán.
Aquel 27 de marzo de 1981 comenzaron el acenso a la montaña. Alrededor de las 19 de ese día, levantaron campamento sobre el hielo para pasar la noche. Según contaron Bossini y Corina, “Patty” fue a recorrer la zona para hacer un reconocimiento. Fue entonces que “no hizo pie y se deslizó cientos de metros abajo“.
El rescate frustrado del cuerpo
Corina Altamirano, su hermana, narró a medios locales con Sergio, bajaron y encontraron su cuerpo “boca abajo”. Como no podían bajar con ella, descendieron y pidieron ayuda.
Recordaban el punto del accidente, pero esa noche “nevó como nunca” y el cuerpo quedó enterrado en nieve, contó Corina al medio local sanjuan8.com: “El helicóptero que subió no pudo hacer nada. Decidimos esperar a que el tiempo pase y se produzcan los deshielos”.
En diciembre de ese año, volvieron a intentarlo, pero surgió un nuevo problema. Una nueva grieta se abrió en el cerro y el cuerpo cayó a un precipicio. Les dijeron que no se podía hacer nada más.
“Hicimos el duelo de saber que quedaba en la eternidad del Mercedario”, contó la mujer y agregó que la noticia del hallazgo de este cadáver, 41 años después, es como abrir una herida. Pero mis padres, de 71 y 89 años están contentos”.
DS