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Josep Oliu puede lograr su objetivo de ser los próximos tres años copresidente del BBVA junto al presidente actual de la entidad vasca, Carlos Torres. Para ello, Oliu y su consejo de Administración tendrán que aceptar y convencer a los accionistas de Sabadell que acepten una oferta de compra vestida bajo el nombre de fusión que puede rondar los 10.000 millones de euros caso de que acabe realizándose.
Sería todo un éxito comparado con el intento de noviembre de 2020, cuando el BBVA quiso pagar 3.000 millones por la entidad de origen catalán que en octubre de 2017 decidió instalar su sede en Alicante. El fracaso de aquella operación se debió a que el precio que quiso abonar BBVA estaba por debajo de los intereses de Sabadell y al modelo de gobernanza que buscaba establecerse. «En este caso interesa que la operación sea muy rentable para el accionista del Sabadell que ha ido comprando acciones a precios mucho más bajos en los últimos años», señalan fuentes cercanas.
Si el BBVA logra comprar el Sabadell le supondrá liderar el mercado español por encima de Caixabank, convirtiéndose en líder indiscutible en Cataluña. BBVA ya adquirió a comienzos de la pasada década a seis de las antiguas cajas catalanas reagrupadas en Unnim (Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu) y Catalunya Banc (Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona).
Conversaciones entre Torres y Oliu
El anuncio comunicado este martes por BBVA no es fruto de la casualidad. Las conversaciones entre ambos presidentes, Carlos Torres y Josep Oliu, no se suspendieron tras la operación frustrada de 2020. Desde entonces, mientras el BBVA mantenía su estrategia internacional, el Sabadell seguía reestructurándose. En primer lugar, con el nombramiento de un nuevo consejero delegado con todos los poderes ejecutivos, César González-Bueno, que sustituyó a Jaume Guardiola, hoy presidente del Círculo de Economía. González-Bueno puso como primer objetivo reordenar el negocio inglés de Sabadell, TSB, adquirido en 2015. El valor de la acción del Sabadell se ha multiplicado por cinco desde entonces. Este martes cerró en 1,79 euros tras ganar un 3,3%. Torres conoce a Oliu desde que trabajara para el Sabadell a comienzos de los años noventa del siglo pasado como consultor de McKinsey.
El quizás pasa por una pregunta que se realizan en el mercado. ¿Puede el Santander permitirse este nuevo movimiento del BBVA en España y sacrificar sus ambiciones orgánicas de crecimiento en un mercado como el catalán? Fuentes del sector consideran que las máquinas financieras del banco cántabro están analizando cualquier opción. Para esta entidad, el Sabadell podía empezar a tener interés si ganaba más de mil millones de euros. El año pasado ganó 1.332 millones.