La rosarina se impuso por 6-4 y 6-2 a Paula Ormaechea, en una histórica final entre argentinas. Quedará muy cerca de ingresar otra vez en el Top 100 del ranking.
El paso de las tenistas argentinas por el WTA 125 de Cali tiene ribetes históricos. La victoria de Nadia Podoroska, primer título de su carrera en este circuito profesional, significó mucho más por haber tenido enfrente a Paula Ormaechea y repetir una final entre compatriotas después de casi 33 años. El triunfo, con parciales de 6-4 y 6-2, colocará a la rosarina muy cerca de reingresar en el Top 100 del ranking. Todo positivo.
Sobre polvo de ladrillo, Podoroska, de 25 años, se impuso con claridad y autoridad a la sunchalense, tras una hora y 31 minutos de juego, para cerrar una semana ideal en la que había dado cuenta de la máxima favorita al título, la húngara Reka Luca Jani (111), la francesa Carole Monet (225), la mexicana Fernanda Contreras Gómez (183) y la colombiana Emiliana Arango (350).
La rosarina estaba en el puesto 156 del ranking mundial, pero éste título le permitirá ascender al 114°, quedando a menos de 100 puntos de volver a ingresar al Top 100 de la WTA.
Además, pese a la derrota, Ormaechea, de 30 años, también subirá varias posiciones en el escalafón y a partir de este lunes lunes será número 156.
La última final en el circuito de la WTA entre dos tenistas argentinas se remontaba a 1989, cuando Federica Haumuller venció a Patricia Tarabini por 7-6 y 6-4 en Guarujá, Brasil. Mientras que Gisela Dulko, en febrero de 2011 en el torneo de Acapulco, había sido la última en conseguir un título de single.
La lista de campeonas argentinas tiene apenas siete integrantes: la eterna Gabriela Sabatini (27) , Paola Suárez (4), Dulko (4), Mercedes Paz (3), Mariana Díaz Oliva (1), Federica Haumüller (1) y, ahora, Podoroska.
Un plan para arrancar de cero que dio resultado
A fines de 2022, en una entrevista con Clarín, la semifinalista de Roland Garros 2020 había reconocido que se desbarrancó por una molestia lesión y tuvo que reconstruirse con un plan que tenía muy claro: empezar de nuevo.
Una tendinopatía proximal de los isquiosurales de su pierna derecha frenó su ascenso -llegó al puesto 36° del ranking- y la obligó a tomarse un largo descanso del circuito: no jugó desde agosto de 2021 hasta junio de 2022. Esa larga inactividad la dejó frente a un escenario parecido al que había enfrentado en sus primeros años como profesional y ante la necesidad de empezar desde abajo.
“Es como arrancar de cero otra vez. Con mucha experiencia en la mochila y más madurez de la que tenía cuando empecé a jugar, pero haciendo exactamente el mismo proceso y el mismo trabajo que cuando tenía 20 años y estaba 200° del mundo, casi como estoy ahora”, resumió la Peque, en el arranque de una charla con Clarín en un rincón del Buenos Aires Lawn Tennis.
Desde entonces, fue alternando torneos del ITF World Tour (llegó a la final en uno en Gran Canaria, España, en agosto), la WTA 125 Series y el circuito WTA, en el que su mejor resultado fue la semifinal en el 250 de Chennai, en septiembre. Tuvo muchos altibajos y fue consciente de eso, pero no se desanimó.
“Seguir estando sana es lo primordial. Después, seguir construyendo mi tenis y mi confianza. Estos meses fueron muy mentales para mí. Creo que la diferencia de mi nivel no estaba tanto en lo tenístico sino en lo mental y emocional. Por eso quiero encarar cada día, cada semana, con la misma actitud de siempre, trabajando e intentando mejorar”, había proyectado.
Esta semana en Cali, seguramente le permita seguir creciendo.