Difundirá un video en redes sociales. Se prepara para competir contra Patricia Bullrich, a la espera de la definición de Mauricio Macri.
Si Horacio Rodríguez Larreta venía transitando desde hace tiempo con ritmo aplomado la carrera a la que comparaba con una maratón, esta semana arrancará el último tramo con su lanzamiento a la precandidatura presidencial. Dispuesto a competir en las PASO contra Patricia Bullrich, a la espera de las definiciones de Mauricio Macri y del radicalismo, el jefe de Gobierno porteño confirmará oficialmente a través de sus redes sociales que disputará la sucesión de Alberto Fernández.
Después de los lanzamientos de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires y de Fernán Quirós en la Ciudad, Rodríguez Larreta ratificará sus aspiraciones con la difusión de un video en el que sostendrá que está “preparado” para afrontar el desafío y hablará del proyecto de país que propondrá, con un mensaje a favor del consenso -la idea de reunir el acuerdo del 70% de la dirigencia- para encarar las transformaciones que considera necesarias y alejado de la llamada grieta.
“Venimos trabajando hace 20 años para esto, ahora faltan los últimos ocho meses”, no ocultó cierta ansiedad uno de los principales funcionarios involucrados en el armado electoral, aunque desestimó un cambio de velocidad en la estrategia.
En principio está previsto un anticipo el miércoles y el lanzamiento por redes el jueves al mediodía. También habrá imágenes de apoyos de dirigentes y por la tarde encabezará una actividad.
“En estos momentos hay que tener templanza, no desesperarse. Hay que confiar en la estrategia, sin gritos, vamos por el camino del consenso. No nos van a sacar de ahí”, transmitió Rodríguez Larreta a su equipo de campaña, con el propósito de desestimar una variación en los planes.
Aun así la confirmación de su candidatura funcionará como el inicio de otra etapa. “Tiene que ver con que se acortan los tiempos, hay que terminar de armar las estructuras, la fiscalización, la campaña. Sería raro sin el lanzamiento formal”, argumentaron en la sede porteña de la calle Uspallata.
Bullrich no tiene previsto hacerlo por el momento. “Por ahora no planificamos nada formal, consideramos que la sociedad está en otro momento. Suena acelerado, ¿y qué puede cambiar? Al otro día Larreta sigue siendo jefe de Gobierno porteño, no vemos el efecto”, apuntaron cerca de la titular del PRO, que esta semana irá a Salta, tendrá actividades en el conurbano bonaerense y luego en Mendoza por la Vendimia.
Por el radicalismo Gerardo Morales prepara su lanzamiento para mediados de marzo y Facundo Manes no definió el momento. Elisa Carrió aseguró que será precandidata por la Coalición Cívica y por el PRO también recorre el país María Eugenia Vidal, con la idea de resolver en abril su rol en la próxima disputa electoral.
Ablandar la imagen
Durante el verano, Rodríguez Larreta encadenó actividades en la Costa, festivales provinciales y en los últimos días los carnavales, como parte de la estrategia para ablandar su imagen asociada a la gestión. Partidos de paddle, surf, recitales y harina en la cara se volvieron imágenes habituales. La saga había arrancado con la oficialización de su relación con Milagros Maylin y los festejos de los partidos del Mundial, en la plaza Seeber, bares y la 9 de Julio.
A su vez, en las semanas previas a su lanzamiento, Rodríguez Larreta exhibió una confluencia con parte del radicalismo, con la foto beatle con Morales y Martín Lousteau. Sumado a su vínculo con Carrió, el jefe de Gobierno se propuso mostrar un polo dentro de Juntos por el Cambio recortado del ala dura del PRO. Con el mandatario de Jujuy quedó instalada la posibilidad de una fórmula en conjunto.
También mantuvo encuentros con Macri en el country Cumelén de Villa La Angostura, con el objetivo de garantizarse que, en el caso de que el ex presidente no busque su segundo tiempo, no se incline por ninguno de los competidores en las PASO. “Que Mauricio mantenga la neutralidad para conservar una cuota de influencia”, tradujo un referente de su sector.
El ex mandatario prolongó la ambigüedad sobre sus próximos pasos y procuró marcar la cancha con sus movimientos, desde impulsar a Jorge Macri para la Ciudad y presionar para que el PRO conserve el distrito hasta ubicar a dirigentes de su confianza en los armados como Hernán Lombardi en el equipo de Bullrich, Darío Nieto en el de Vidal y Fernando de Andreis en el de su primo.