Noticias y curiosidades del mundo
El establecimiento de la Boleta única de papel (BUP) cambiará desde 2025 la forma de votar de los argentinos pero también provocará una ola de desdoblamientos de los comicios de muchas jurisdicciones, a los que esta vez se sumarían la Provincia y CABA, respecto del calendario electoral nacional. También el nuevo sistema tendrá efectos en la histórica estrategia electoral del peronismo, que solía aprovechar el efecto «arrastre» de una fuerte candidatura nacional para hacer más competitivos a candidatos que iban en otros segmentos de la boleta sábana.
La histórica ley sancionada por la Cámara de Diputados este miércoles, en principio, tendrá efectos organizativos más visibles: una menor impresión de boletas y cambios en la labor de los «punteros» que solían participar de la distribución de las mismas. Pero, además, la enmienda posiblemente sume a la Ciudad y al principal distrito del país a las jurisdicciones que cada dos años eligen desligar sus comicios de la elección nacional.
En el distrito gobernado por Jorge Macri reconocieron que la nueva ley «complica la elección en la Ciudad» porque la BUP no está autorizada legalmente en CABA – sí la boleta única electrónica- entonces para los próximos comicios o bien deberán desdoblar o hacerlos concurrentes, tal como sucedió en 2023, cuando se registraron algunos problemas logísticos que incluso motivaron la queja de Patricia Bullrich.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, un alto funcionario consultado por este diario admitió que la separación de la elección distrital de la nacional «es una posibilidad» habida cuenta de los problemas organizativos que generarían la implementación simultánea de ambos sistemas de votación.
La mayor provincia del país es gobernada por Axel Kicillof que se encuentra abocado a la construcción de un espacio político que, sin romper con Cristina Kirchner, le permita incorporar a otros sectores del peronismo y de otros espacios con vistas a un eventual salto a una candidatura presidencial.
La boleta única de papel, con todo, impactará en la estrategia electoral del partido fundado por Juan Domingo Perón. La lista sábana generaba un encadenamiento de «lealtades» cuando había una candidatura fuerte presidencial, por caso, que obligaba a cada jurisdicción a calibrar la conveniencia o no de ir pegado a la elección nacional y en la definición de otras candidaturas. También el sistema favoreció la incorporación de punteros en las barriadas de los grandes conurbanos del país que estaban encargados de distribuir las boletas o bien hacerlas llegar a los centros de votación.
«Estamos empezando a decirle chau al clientelismo y a la vieja política, al fraude y los aprietes», celebró el diputado Hernán Lombardi, del PRO, uno de los espacios que empujó este cambio electoral.
En la Provincia la BUP, de alguna forma, pondrá de relieve la labor militante de los intendentes que, en comicios separados, tendrán la misión de «hacer valer en los distritos» la boleta del peronismo.
El nuevo sistema de votación, asimismo, favorece la oferta electoral de espacios sin demasiada estructura, como La Libertad Avanza. Pero el partido que seguramente será presidido por Karina Milei se encuentra, paradojalmente, en plena expansión y, de hecho, hace menos de una semana realizó su presentación formal en un acto en el Parque Lezama. En los pasillos de la Casa Rosada, donde tiene sus oficinas la secretaria general de la Presidencia, aseguran que LLA tendrá presencia en los 24 distritos que componen la República Argentina.