La estructura se reunirá el jueves 16. Jorge Capitanich admitió que las PASO ya no se pueden suspender.
Fue casi un juego en espejo. Temprano, desde el kirchnerismo salieron a admitir que desde lo institucional -en verdad tampoco desde lo político porque el oficialismo no tiene los votos en el Congreso- ya no es viable suspender las elecciones primarias de este año, una medida que impulsaban hasta ahora referentes K y gobernadores que orbitan alrededor de Cristina Kirchner.
Apenas unas horas más tarde, Alberto Fernández, en su carácter de presidente del Partido Justicialista, convocó para el jueves 16 de febrero a la mesa política del Frente de Todos (FdT) con el objetivo de comenzar a diseñar la estrategia partidaria para las próximas elecciones.
Pese a las presiones de las diferentes tribus del oficialismo, Fernández no aceptó una eventual suspensión de las PASO, previstas para agosto de este año.
Es más: el lunes el Presidente afirmó que “nadie” le dijo que no se puede presentar a la reelección en los próximos comicios y que el candidato del oficialismo surgirá de una PASO. “No hay que temerle a la opinión de la gente”, argumentó.
Este martes, el gobernador de Chaco, el cristinista Jorge Capitanich, salió a reconocer que ya es tarde para tratar de suspender las primarias.
“Las posiciones respecto al tema PASO sí o no fueron parte del proceso de discusión de 2022, pero hoy no existe una viabilidad de carácter institucional razonable que permita suspenderlas. Hay que pensar que las dos opciones entre PASO y no PASO está más o menos resuelta por la imposibilidad fáctica de hacerlo ahora”, subrayó el mandatario provincial, quien hasta ahora había sido uno de los mayores impulsores de sacar las primarias.
Capitanich también sostuvo, en declaraciones radiales: “Tenemos que tener unas PASO fuertes con el objeto de garantizar que nuestros candidatos sean lo suficientemente representativos para ganar en primera vuelta“.
En el peronismo no hay demasiados anotados en la carrera presidencial. Alberto Fernández es uno. Otro que suena como posible candidato por el kirchnerismo es el ministro del Interior, el camporista Eduardo “Wado” De Pedro.
Sergio Massa insiste con que este año no hará el intento, aunque habrá que ver. También podría aparecer en el horizonte algún gobernador, como el propio Capitanich, quien nunca ocultó sus aspiraciones.
Capitanich remarcó la importancia de “ganar en primera vuelta”. Se trata de algo clave en la estrategia del peronismo para retener el poder. Las últimas encuestas muestran que el Frente de Todos orilla los 30 puntos en intención de voto para las primarias, un puñado menos que Juntos por el Cambio.
Con esos números, y con el actual escenario económico, en caso de no vencer ya en la primera vuelta le resultará complicado imponerse en un eventual balotaje.
Convocatoria
En ese marco, este martes Fernández convocó para el próximo jueves 16 de febrero en la sede nacional del Partido Justicialista de la calle Matheu la primera reunión de la “mesa política” del Frente de Todos.
Esa estructura deberá definir la estrategia electoral del Frente de Todos y las reglas para una eventual competencia interna por las candidaturas de este año.
El Presidente no acepta que esa mesa se utilice para discutir el rumbo de su gestión, tal como pretende el cristicamporismo. A los K también les disgusta la amplitud de la convocatoria para la conformación de ese espacio, donde habrá, además de representantes del Presidente, gobernadores, intendentes, referentes del Frente Renovador, y jefes de la CGT y de organizaciones sociales.
Al considerarse socios mayoritarios de la coalición oficialista, presionaban por una mesa más chica.
La Cámpora estará representada en la reunión del jueves 16, posiblemente por Wado de Pedro y el “Cuervo” Larroque. Máximo Kirchner no irá; tampoco su madre.
En medio de las disputas internas, Capitanich llamó este martes a “trabajar para fortalecer las distintas expresiones” del FdT, además de considerar que la coalición oficialista debe construir “un liderazgo que permita tomar decisiones para resolver dos problemas que son angustiantes: bajar la inflación y mejorar el salario”.