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«No agarres eso, porque vamos a una crisis garantizada y el primero siempre es el que paga los platos rotos». Luis Caputo empezó su exposición con una anécdota sobre los llamados cuando le ofrecieron ser el ministro de Economía de Javier Milei. La planta baja de la Bolsa de Comercio estaba a tope, con más de 500 empresarios que siguieron con atención su mensaje de «optimismo» y lo aplaudieron, aunque también hubo ausencias notorias.
Durante la charla organizada por la Fundación Mediterránea, Caputo se mostró entusiasmado con el proceso de «desinflación«, aseguró que la economía «ya está entrando en un dígito» y justificó el tope a las subas impuesto a las prepagas. «Las prepagas van a estar bajando los precios en mayo. Muchos criticaron que nos habíamos vuelto ‘kirchneristas’, o yo en particular ‘morenista’. Nosotros no controlamos precios, controlamos conductas», aseguró.
Caputo llegó a las 18 a la sede de lo que supo el principal centro de negocios y finanzas del país, acompañado de sus asesores Federico Furiase y Martín Vauthie. El ministro se sentó en primera fila flanqueado por la presidenta de la Fundación Mediterránea, María Pía Astori, y Marcos Brito, del Banco Macro, Después de escuchar a Sebastián Bagó para luego subir al escenario donde intentó «venderles» a los empresarios el plan económico en marcha.
“El salario privado registrado subió en febrero 14,1% versus una inflación de 13,2%. En marzo va a ser otro tanto. Las jubilaciones también han recuperado y más fuerte”, sostuvo, y subrayó que estos indicadores suelen ser una anticipación de que «viene una recuperación económica”, aunque advirtió que también depende de que las empresas se convenzan de las «oportunidades», en medio de las tensiones con sectores de la UIA y la Cámara de la Construcción.
Después del acto del sábado en el que Cristina Kirchner cuestionó la falta de pagos de energía y la obra pública para alcanzar el superávit fiscal, el jefe del Palacio de Hacienda reivindicó el ajuste en las cuentas, el superávit comercial y de cuenta corriente. «Algunos nos porfían el equilibrio fiscal que tuvimos«, advirtió, y en otro tramo aseguró que, aunque no se apruebe la Ley Bases, «no vamos a resignar el equilibrio fiscal», lo que arrancó aplausos del público.
Desde la primera fila lo observaba el presidente del Ieral, Osvaldo Giordano, quien fue titular de la ANSeS hasta febrero tras estallar el acuerdo entre el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, y Milei, por la caída de la Ley Bases. También se lo vio a Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Marcos Pereda (SRA), Cristiano Rattazzi, Gustavo Weiss (Camarco), Claudio Cesario (ABA), mientras se ausentaron faltazo Daniel Funes de Rioja (UIA), Mario Grinman (CAC) y Javier Bolzico (Adeba).
Durante la charla, Caputo se mostró confiado en que «la sociedad está soportando». «Supuestamente, era imposible ajustar 2 puntos en un año, y en un mes ajustamos 5, sin embargo, el Presidente mantiene un alto nivel de popularidad», dijo. Y volvió a hacer un pedido: «Si los empresarios apoyan este cambio no solo con el voto, sino con acciones e invierten, la economía va a crecer, vamos a recaudar más, tener superávit y bajar impuestos».
Consultado sobre la inflación por el empresario Juan Ignacio Abuchdid, quien ofició de entrevistador, el funcionario sostuvo que “la mayor causa de inflación” de los últimos años fue «la huida del peso» y explicó que hubo una contracción de la base monetaria del 33%, por lo que el «sobrante de pesos» ya no está. «No hay esa necesidad de huir del peso y convalidar cualquier precio». «Eso es lo que está haciendo a los precios bajar”, insistió.
No obstante, el ministro advirtió que hay sectores en donde los precios en dólares y en pesos “quedaron totalmente desfasados”, ya que algunos empresarios «siguen con el ADN de ‘esto es Argentina’, en algún momento algo tiene que pasar”. Y sobre el ritmo de devaluación, dijo: «Vamos a convivir con un tipo de cambio real más apreciado». «No esperen más el cimbronazo, esto es lo que pasa cuando se hacen los deberes, el tipo de cambio se aprecia», explicó.