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La palabra competitividad se repite varias veces durante la presentación del balance de Ledesma, el grupo con su corazón en Jujuy y que lidera en azúcar, papel, cítricos y bioetanol, productos que derivan de la caña de azúcar.
Y mucho de eso explica el dulce resultado en este año tan recesivo con US$ 40 millones de ganancias netas. La otra novedad es que lograron reducir drásticamente la deuda.
Su CEO Javier Goñi apunta a la carga impositiva, al costo logístico con puertos que en Argentina salen US$ 800 por contenedor frente a los US$ 400 de Santos en Brasil y los US$ 100 en Chile. Pero advierte que, “ya hemos tocado el piso”. Y arriesga un 2025 de recuperación.
Ledesma, que pertenece a la familia Blaquier, investiga e invierte en lo que pinta como su gran oportunidad: reemplazar con los derivados de la caña los productos de plástico. Esto es pasar de lo que no puede reciclarse a lo biodegradable.
Desembolsaron US$ 50 millones en máquinas traídas desde China y en una nueva planta que ya produce los primeros recipientes para sopas y ensaladas y pronto vasos para el café que irán a parar a las estaciones de servicio de YPF que es el mayor consumidor del país.
También se aprestan a reemplazar los blister de plástico y es tal la demanda por esa vajilla descartable de material biodegradable que ya piensan en duplicar el tamaño de la planta.
También planean incursionar en los bonos de carbono a través d e las 100.000 hectáreas vírgenes de bosques nativos en la selva de Yungas en Jujuy.
Un capítulo aparte son sus jugos de fruta que por una enfermedad que está afectando a Estados Unidos, primer productor mundial, viven un momento de precios por el cielo y posibilidades de exportación.
Un dato: la tonelada de jugo de naranja se negociaba hace un año a US$ 1.500 y hoy vale, US$ 8.000. Tienen un contrato a 25 años con Coca Cola.
En cuanto al papel, la estrategia fue reemplazar con exportaciones la dramática caída de 40% del consumo doméstico. Entre todos sus productos, el grupo exporta por US$ 150 millones.
Claro que no solo de la caña de azúcar vive Ledesma. Se convirtió en el principal proveedor de reactivos químicos para la industria del litio, gracias a la venta de sida cáustica y ácido clorhídrico.
Otro de sus rubros es el agropecuario con la tradicional compañía La Biznaga que posee casi 52.000 hectáreas en las mejores tierras de Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires. Emplean a 6.000 personas.