Márgenes más altos en las empresas y más trabajo informal empujaron la actividad que ahora ya se pincha.
Suena contraintuitivo.
La economía en 2022 creció y los salarios cayeron.
Pareciera que algo que no cierra en la frase si se tiene en cuenta que el consumo es el 70% de lo que se conoce como demanda del producto bruto interno, esto es, los gastos de las personas, familias, empresas y gobiernos que empujan la creación de valor o riqueza de una economía. Básicamente son cuatro los componentes que activan el sistema económico (consumo, inversión, sector público y exportaciones) y en la Argentina, como en casi todo el mundo, el primero es la clave de todo.
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La economía por el ascensor, los salarios por la escalera
Fuente: ECO GO. Ingreso de la familias, en términos reales, en base ingresos laborales (asalariados registrados público y privado y no registrados y cuentapropistas) y por transferencias (jubilaciones y otras transferencias – AUH, Potenciar, bonos). IV estimado en PBI y consumo. Infografía: Clarín
Entonces, ¿si los salarios perdieron contra la inflación en 2022 como informó este viernes el Indec [N.E.: subieron 90,4% y la inflación fue 94,8%], y el consumo es el 70% de la demanda, por qué la economía no cayó?
El PBI en 2022 cerraría con una expansión de 5,4% según la consultora Eco Go.
Las explicaciones de este fenómeno contraintuitivo son principalmente dos.
“La brecha del dólar sólo en 2022 ocasionó una transferencia a favor de los importadores de unos US$ 40.000 millones”
Marina Dal Poggetto Directora Eco Go
Una es que en 2022 aumentó el componente inversión (uno de los cuatro mencionados). En los primeros tres trimestres creció alrededor de 15% según cálculos de Joaquín Waldman, economista de Equilibra. Y de acuerdo a una medición de la consultora Econviews, hoy la inversión está en el nivel más alto en los últimos doce años.
A grandes números, la inversión en la Argentina se divide a su vez en tres partes: construcción, maquinaria y equipos de transporte. Los dos primeros son el 90%. En 2022 la construcción creció 3,5% (el dato se publicó esta semana), con lo cuál ello explicaría el aumento de la inversión y, a su vez, el del PBI.
La demanda de maquinaria y de equipo de transporte dependen de la marcha de la industria y sus planes de negocios. Y en 2022 la industria creció 4,3%. Esto también avalaría el repunte. Según Econviews la inversión equivale ya a 17,29% del PBI.
¿Qué llevó a las empresas radicadas en el país a aumentar la inversión en los últimos años?
No puede decirse que se trata por la mayor confianza u oportunidad en la economía porque como notó el economista Andrés Borenstein hace poco en un tuit, la inversión extranjera directa en 2022 fue la más baja desde 2003. Ni con el cepo de Cristina Kirchner en 2011 fue tan magra.
“Con la caída del salario la gente compra más bienes de una marca más barata y eso hace crecer las cantidades y el PBI pese a que su sueldo cae”
Elizabeth Bacigalupo Abeceb
¿Por qué invierten entonces las empresas?
Para gastar los pesos.
La respuesta a este comportamiento quizá haya que buscarla en el manejo del Banco Central. Concretamente el aumento de la brecha del dólar. Si una firma accede a un dólar más barato (el oficial), tiene más incentivos a comprar hoy una maquinaria o un equipo que mañana. Más aún en un contexto de cepo, de mayor emisión y de aceleración inflacionaria donde las empresas tienen la oportunidad de remarcar los precios ya que el Gobierno anuncia los programas de controles de precios antes de aplicarlos incentivando comportamientos especulativos en vez de adelantarse a ellos (lo mismo sucede en el mercado de capitales con la recompra de bonos comunicándolos por Twitter).
La brecha del dólar contado con liqui en estos años estuvo en torno a 80% con picos 130% y 155%. Cuando asumió Alberto Fernández era cerca de 20%. Todo esto alentó inversiones y gastos de pesos como una manera de dolarizarse a un precio más barato que el CCL.
La economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora Eco Go, calcula que la brecha ocasionó una transferencia a favor de los importadores en 2022 por US$ 40.000 millones.
Con Sergio Massa continúa este mecanismo, sólo que con un método de asignación distinto (a través de las nuevas SIRA).
“La inversión y el consumo privado fueron los dos componentes que más aportaron al crecimiento 2022”
Joaquín Waldman Equilibra
La inflación juega además en detrimento del salario. La participación de este en la facturación cayó a 43,6% (en 2017 era 50,6%) también según mide el Indec.
Retornando al consumo y por qué aumentó el PBI en 2022 pese a que los ingresos de las familias cayeron 3,8% según Eco Go (ver en infografía), quizá vale tomar lo que dice Elisabeth Bacigalupo, responsable de macro de abeceb.com.
“Mirar el salario y los ingresos representan una parcialidad pequeña hoy en día. El empleo compensó un montón y por eso la masa salarial terminó subiendo”.
En noviembre, el trabajo privado sumó 45 mil nuevos puestos (la mayoría por monotributo), y siguió su tendencia al alza desde junio de 2020, citó un informe del economista Fernando Marull. “El empleo público también aumentó en 8 mil puestos, y siguió creciendo como en la mayoría de los meses desde que asumió Fernández”.
Por último, la cifra de asalariados en negro es 5.270.000 según el Indec (tercer trimestre). Subió 605.000 en un año.
En 2023 no se repetirá la fórmula de 2022. En parte porque ya a fin del año pasado aparecieron datos que mostraron la economía contrayéndose. Ni la inversión (la incertidumbre sobre las importaciones seguirá), ni el mayor número trabajadores volcados al mercado serían suficientes para revertir lo que parece ser el aterrizaje del PBI.
“La actividad en diciembre habría sido negativa, afectada por el mayor control sobre las importaciones y el cuarto trimestre terminará con caída -dice Marull-, con un primer trimestre de 2023 probablemente también negativo, se entraría oficialmente en recesión”.