Mejores tasas de interés para Fondos Comunes de Inversión y licitaciones del Tesoro, recompras de deuda soberana en dólares y una menor velocidad de devaluación del peso, son las medidas con las que el Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía avanzaron en los últimos días para reforzar el interés por activos en pesos y, así, quitarle presión a la brecha cambiaria.
Las medidas incluyen un compromiso por parte del Banco Central de mantener su tasa de política monetaria (75% TNA y 107,35% TEA) en niveles reales positivos, es decir, no bajar el retorno que pagan los depósitos a plazo ni el costo de endeudarse, al menos hasta que la inflación no muestre signos de desaceleración sostenida en los próximos relevamientos del Indec.
“La tasa de interés positiva, el tipo de cambio o el pass-through atrás de la tasa de interés y la inflación atrás del pass-through y de la tasa de interés”, señaló días atrás el ministro de Economía, Sergio Massa, como el correcto orden de los incentivos en los próximos meses para encontrar un sendero de estabilización.
El objetivo del equipo económico es que las principales variables -dólar, inflación y tasa de interés- se alineen de forma que la inflación corra por detrás del rendimiento de los activos en pesos y que se desacelere en los próximos meses para que, a partir de abril, el dato del IPC “empiece con 3”, como también dijo Massa.
Para ello es clave mantener sin sobresaltos a los dólares financieros -MEP y CCL- que, históricamente, han sido el termómetro de momentos de inestabilidad económica y que, pese a que subieron cerca del un 7,5% en enero, acumulan una caída en términos reales de más del 20% desde julio de 2022, según datos de la consultora Analítyca.
En ese sentido, este viernes el dólar MEP cerró a $352,78 y el CCL a $370,39, un 10% arriba en términos nominales del pico que alcanzaron en julio del año pasado, tras la renuncia del entonces ministro de Economía Martín Guzmán.
Para sostener esta moderada calma en las cotizaciones del dólar se depende, entre otros factores, de que se sostenga el apetito por los títulos de deuda argentinos y que los pesos que circulan en la economía se queden en activos financieros en pesos.
De allí que el Tesoro haya salido el viernes a mejorar -aunque en el margen- la tasa máxima pagada en la licitación anterior, en el que tomó financiamiento por $ 223.000 millones, más del doble de los títulos que vencían, los que le garantizó un rollover del 144% de los vencimientos de enero.
En cuanto a la deuda en dólares, la semana pasada Massa informó que el Gobierno saldría a recomprar deuda soberana por más de US$ 1.000 millones con recursos excedentes de la meta fiscal acordada con el FMI, un anuncio que ayudó a profundizar la caída de más de 1.000 puntos del Riesgo País desde septiembre del año pasado en adelante, al subir el valor en dólares de los bonos argentinos.
Por su parte, el BCRA terminó la semana revirtiendo parcialmente -tras un reclamo del sector bancario- su decisión de subir el coeficiente de la tasa de Pases Pasivos (72% TNA) a un día que perciben los Fondos Comunes de Inversión, al dejarlo en 85%, luego de haberlo llevado al inicio de la semana del 75 al 95%.
Aún así, los FCI podrán tomar Pases a una TNA de 61,2% (TEA de 84,32%), más baja que el 68,4% (TEA de 98,05%) que llegó a tener, pero mejor que la vigente hasta el viernes pasado de 54% (TEA de 71,53%).
La medida busca mejorar la rentabilidad de los títulos a más corto plazo que son los que más buscan los FCI Money Market, que ofrecen rendimientos más bajos pero menor volatilidad y la posibilidad de acceder al dinero invertido en menos de 24 horas.
Este tipo de fondos son hoy el principal canal de refugio de los pesos invertidos en FCI, ya que concentran más del 53% de los casi $7 billones que empresas, aseguradoras y privados de distinta índole tienen invertidos en Fondos en pesos, según datos de la Cámara Argentina de Fondos de Inversión.
“Es probable que la combinación entre ambas medidas (las del Tesoro y el BCRA) ayude a quitar algo de volatilidad moderando las presiones, especialmente teniendo en cuenta que el tipo de cambio implícito en los activos financieros ya está más cerca de niveles que reflejan la fuerte expansión monetaria que tuvimos en el segundo semestre del año pasado”, dijo a Télam Adrián Yarde Buller, director de Facimex Valores.
Por último, el Central viene moderando la tasa de “crawling peg”, es decir, el ritmo de devaluación diaria del peso respecto al dólar hasta llevarlo a unas décimas arriba del 5% mensual, de manera que no se retrase frente a la inflación, pero que tampoco sea un factor que la impulse, de acuerdo a un relevamiento de la consultora F2 Soluciones Financieras.
Para Yarde Buller, se trata de una estrategia que “permite ir gradualmente mejorando el tipo de cambio real”, aunque su sostenibilidad en el tiempo “va a depender principalmente de la capacidad que tenga el BCRA de ir acumulando reservas para cumplir con las metas trimestrales, especialmente teniendo en cuenta la sequía”.
“Habrá que estar atentos a lo que pueda pasar a medida que nos vayamos acercando a las elecciones, ya que es posible que las expectativas empiecen a jugar un rol mucho más importante y esto podría requerir tasas de interés reales más altas. Pero creo que todavía no es momento para eso”, completó el especialista.