Economía asegura que recibió cuatro ofertas por US$ 2.500 millones. La clave es cuál será el costo financiero.
En un nuevo intento por calmar las presiones cambiarias, con el dólar blue en su mayor valor nominal, el Gobierno retomó las conversaciones para avanzar en un conjunto de préstamos por hasta US$ 2.500 millones con entidades extranjeras.
Se trata de cuatro ofertas que aparecieron en las últimas horas luego de la recompra de deuda pública iniciada la semana pasada, una medida con la que Sergio Massa trata de contener el dólar y hacer frente a la escasez de divisas, agravada por la posible pérdida de US$ 10.000 millones por la sequía.
En ese marco, el Gobierno explora todas las vías posibles de financiamiento: amplió el swap con China, negocia financiamiento de Brasil y espera este año ahorrar dólares con la baja de los precios de la energía y la puesta en marcha del primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner.
En cuanto al crédito externo, el Ministerio de Economía recibió días atrás varios llamados para continuar las negociaciones iniciadas en agosto. Massa anunció entonces que buscaba financiamiento con por lo menos cinco entidades por unos US$ 2.000 millones para recomprar deuda y reforzar las reservas.
Al 15 de enero, según cálculos privados, las reservas netas del Banco Central rondaban los US$ 6.000 millones y las reservas brutas sumaron ayer US$ 42.655 millones. Las autoridades sostienen que de estas últimas están saliendo los US$ 1.000 millones para comprar los bonos.
Ahora, estudian cuatro ofertas de Repurchase Agreement (Repo), créditos en los que el deudor debe entregar por lo general bonos en dólares en garantía. Y el plazo sería de un año renovable, según fuentes del mercado.
Los interesados son una institución asiática, una entidad de Nueva York, un fondo de inversión grande y un banco europeo. Se discute la tasa, el tipo de garantía (colateral) y el monto, que en total suma US$ 2.500 millones.
“Las cuatro ofertas están en un período de confidencialidad, el Ministerio de Economía estudia la propuesta y tiene dos semanas para aceptarla“, señalaron fuentes oficiales.
En el equipo del ministro creen que la recompra de deuda por hasta US$ 1.000 millones contribuyó a reactivar el Repo. Desde el anuncio, el Tesoro se hizo de más de US$ 130 millones en títulos en dólares y la intención es continuar con esas operaciones, pese a las sospechas que despertó en la oposición y la investigación que inició la CNV a pedido de Massa.
Con esa iniciativa, las autoridades no solo buscan enviar una señal al mercado sino también hacerse de una mayor cantidad de títulos para asegurar el préstamo. “Los bonos globales se necesitan como garantía de un Repo”, afirman desde un despacho oficial, aunque los especialistas advierten que no todos son necesariamente “elegibles” para la transacción.
El cálculo oficial es que se necesita una garantía de US$ 1.000 millones en bonos para un crédito “buyback” (recompra de deuda) y 2 dólares de títulos por cada dólar de un préstamo para engrosar reservas. En este caso, por el valor de los bonos, el Banco Central debería ofrecer un respaldo de US$ 10.000 millones para recibir US$ 2.500 millones, según fuentes al tanto de la negociación.
El costo financiero es otro de los puntos que se negocia en reserva. El año pasado se barajaba en el mercado una tasa de entre el 8 y 10% por el riesgo argentino, que alcanzaba los 2.400 puntos básicos. Era un costo mayor al del 2016, cuando se acordó con siete bancos un Repo por US$ 5.000 millones a una tasa del 6,7% por 11 meses. Hoy, con un riesgo país cercano a los 1.800 puntos, se estima que la tasa sería de entre 8% y dos dígitos por un año renovable.
En el sector financiero confirman que “hay tres o cuatro bancos ofreciendo repo por montos bajos, unos US$ 5000 millones nominales, que son US$ 2.000 millones efectivos”. Dentro de ese grupo, aseguran que hay además un banco local y que el cierre de un primer repo servirá de “modelo” para futuras operaciones similares. “Todavía no está cerrado”, afirmó otra fuente.
Casi seis meses después del primer anuncio sin resultados, una de las principales dudas entre los analistas es el costo que va a pagar el gobierno en términos de reservas. “Podés conseguir un repo, pero eso sirve para apuntalar reservas. Vendés reservas por $ 1.000 millones y conseguís un repo por US$ 500 millones, ¿cuál es el negocio?”, señaló Miguel Kiguel, director de Econviews.
Tampoco hay certezas sobre la utilidad de un crédito para seguir recomprando deuda. El impacto en el riesgo país se presupone que es bajo dados los plazos de vencimiento (recién a partir de 2025) y el monto en discusión representa el 7% de la deuda total, lo que tampoco reduciría demasiado la carga. Todo lo contrario a la deuda en pesos, que para los analistas es la que “quema”.
NE