Según IDC, el costo promedio pasó de US$ 319 a US$ 415 en el último año. El mercado se concentra cada vez más.
31/01/2023 17:55
- Clarín.com
- Economía
Actualizado al 31/01/2023 17:55
Ni los celulares logran zafar de la crisis, la recesión ni el rebrote inflacionario en casi todo el mundo. Según la consultora IDC, las ventas globales el año pasado se desplomaron 11% (1.210 millones unidades), el registro más bajo desde 2013, y los pronósticos para los próximos meses son igual de sombríos. La Argentina la demanda se mantuvo pero los precios medidos en dólares aumentaron casi 30% con respecto a 2021 por el impacto del cepo a las importaciones y la escasez de divisas.
“En forma preliminar estamos observando un mercado en unidades cercano a 10,5 millones de celulares, lo que representa una leve suba de 4,2%. Pero el precio promedio pasó de US$ 319 a US$ 415 de un año a otro”, dijo Sebastián Novoa, analista de IDC. Hay dos factores que inciden en la suba. El primero tiene que ver con la incorporación del 5G en muchos dispositivos. Lo otro con la crisis local y la disparada del dólar. “El mercado ajustó con precios de reposición más altos al no haber certeza sobre cuándo se podrían girar las divisas”, agregó el experto.
El cepo importador en sus dos vertientes (trabas al ingreso de insumos y la exigencia de financiar las compras a 180 días) refuerza la extrema concentración del mercado y limita la entrada de nuevos jugadores. Samsung y Motorola concentran casi 95% del negocio. La gran expectativa era el desembarco de la china Xiaomi en la Argentina. Se trata del tercer del tercer mayor fabricante de celulares del mundo, cuya llegada amenazaba con quebrar la hegemonía de Mirgor (que fabrica para Samsung) y Newsan (aliada de Motorola).
“Hoy no tenemos insumos. Lo vamos a resolver, pero no tenemos fecha”, se lamentan en Solnik, la empresa socia la marca. Los pronósticos locales también son cautos. En el mercado señalan que la obligación de pagar las importaciones a 6 meses favorece a los empresas más grandes y que tienen crédito abierto en el exterior, aunque eso implique costos más altos que se trasladan a los precios. “El que resuelve el problema de los insumos es el que gana”, grafican en Solnik.
Los fabricantes radicados en Tierra del Fuego señalan que la restricción para cancelar las compras en efectivo es una condición muy difícil. La financiación a 180 días es costosa (seguros de cambio, tasas de interés por ejemplo) encarece alrededor de 20% el costo del producto. Es lo que terminan pagando los consumidores.
El celular es el centro del universo para la alta tecnología. La pandemia impulsó las ventas de tecnología a nivel mundial, pero distorsionó el mercado por el lado de la oferta. Durante casi dos años hubo faltantes de chips por el cierre obligatorio de las factorías, en su mayoría concentradas en China. La reapertura permitió normalizar relativamente el abastecimiento y en 2021 se vendieron casi 1.400 millones de equipos en todo el mundo: 1.392 millones para ser exactos, según indica un informe de Counterpoint.
El dato más preocupante es que en el último trimestre del año las ventas se derrumbaron poco más de 18% y los analistas predicen que será difícil que el mercado se recupere en 2023. La contracción obedece a razones que los argentinos conocen de sobra. La desconfianza de los consumidores, la inflación (aunque sea de un dígito) y la incertidumbre sobre el futuro económico. El año pasado, Samsung fue líder con el 22% de participación de mercado. Detrás quedaron Apple (19%) y Xiaomi (13%). El top five lo completan otras dos marcas chinas, desconocidas por el público argentino: Oppo y Vivo, que rondan el 8% de la torta total. Motorola (del grupo chino Lenovo) tiene el 4%.
“En Latinoamérica, salvo México, también se contrajeron las ventas por la inflación global y la devaluación de las monedas locales. El encarecimiento de la tecnología golpeó a la demanda y frente a esto, se extiende el recambio de equipamiento. Entre comer y cambiar el celular, la gente prefiere comer”, señala con algo de ironía Tina Lu, analista local de Counterpoint. En la región, el mercado más golpeado es Perú, un país inmerso en una profunda crisis política.